El CBD, o cannabidiol, es una sustancia que pertenece a un grupo de sustancias denominadas cannabinoides. Se encuentra de forma natural únicamente en las plantas de cannabis. Es la segunda sustancia más importante después del THC. No estimula directamente los receptores cannabinoides, no tiene efectos intoxicantes y, entre otras cosas, puede reducir algunos de los efectos secundarios causados por el THC. Entre ellos, los lapsus de memoria a corto plazo o los estados de ansiedad.
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El potencial curativo del CBD
La investigación sobre su potencial terapéutico se ha descuidado en el pasado. Sin embargo, ahora está saliendo a la luz que sus efectos farmacológicos son muy interesantes. Algunas de las investigaciones científicas demuestran que ayuda a ralentizar el proceso de envejecimiento y podría influir significativamente en el tratamiento del ictus. También muestra efectos antiinflamatorios, antipsicóticos y antidepresivos.
Otros campos en los que podría utilizarse son el tratamiento de la epilepsia, la diabetes, la fobia social, la esquizofrenia, el trastorno bipolar efectivo, la esclerosis múltiple o como tratamiento alternativo del cáncer.
¿Cómo se puede utilizar el CBD?
Cuando se administra mediante píldoras, es decir, por vía oral, su biodisponibilidad es baja.
La misma cantidad de CBD contenida en una pastilla puede no tener el mismo efecto que la misma cantidad aplicada de otras formas. Por ejemplo, la vaporización (inhalación mediante dispositivos especiales) es una vía directa al torrente sanguíneo.
Para la vaporización, es necesario moler la hierba en trozos muy pequeños por cualquier medio. Esto permite que el aire caliente pase a través de la hierba y libere la máxima cantidad de aceite esencial y otras sustancias útiles que se encuentran en la planta. Las plantas preparadas se colocan en el depósito del aparato, se ajusta la temperatura necesaria y puede comenzar la inhalación de vapor.
Otra opción es utilizar tinturas o aceites que se aplican bajo la lengua, se dejan un rato y luego se ingieren. También se pueden utilizar en los vaporizadores antes mencionados. Los aceites son una de las formas más populares en las que se utiliza el CBD. Se suelen preparar mezclando extracto de cáñamo y aceite, que se prepara prensando semillas de cáñamo. Si los productos se elaboran con calidad orgánica, potenciarán las defensas y el sistema inmunológico del organismo. Pueden proporcionar un gran alivio en caso de fatiga crónica, dolor de espalda, eczema, insomnio o trastornos inflamatorios.
También existen tipos especiales de parches que permiten absorber más sustancias en el torrente sanguíneo. Estos parches herbales son ideales para desintoxicar el organismo y reforzar la inmunidad de forma no invasiva.
Otros métodos incluyen cápsulas predosificadas, ciertos comestibles, bálsamos o aerosoles orales.